¿Persianas o contraventas?: ventajas e incovenientes

Tanto las persianas como las contraventanas sirven para reforzar la eficiencia tanto térmica como acústica de las ventanas, de modo que instalarlas en el exterior nos dará más y mejor protección.

El clima y la orientación de la vivienda son factores que influyen para decantarnos por una u otra opción y sus materiales, así como el entorno y el estilo de la casa.

Aquí vamos a describir cada una para que la decisión sea más fácil:

  • Persianas: controlan la temperatura interior, regulan la luz y la ventilación y aíslan acústicamente de ruidos externos. Pueden estar fabricadas con diferentes materiales, actualmente son de aluminio y de PVC y deben ir en consonancia con las ventanas. Las de aluminio permiten elegir entre una mayor variedad de lamas, pudiendo elegir entre curvas, rectas y más o menos grandes, así como las orientables, para controlar la luz y privacidad que queramos. Asimismo, podemos instalarlas de forma independiente y motorizadas, de modo que con un botón podamos manejarlas.

Si hablamos de las desventajas de instalar persianas, podemos encontrar el tema del cajón de enrollamiento que si no está bien sellado herméticamente produce una pérdida de energía y la estética, ya que si dependiendo del tipo de vivienda pueden resultar menos decorativas.

  • Contraventanas: tienen más aplicaciones debido a los diferentes sistemas de apertura (corredera, plegable, levadiza) y ofrece una mayor combinación estética tanto con el interior como con el exterior aunque se ubican en el exterior. Las contraventanas pueden ser:

    • Ciegas: son las mejores para climas fríos y suelen ser de madera maciza combinadas con hierro o acero galvanizado. Propias de estilos rústicos.

    • De celosía: ideales para climas húmedos y marítimos (ejemplo: mallorquinas) y pueden ser de aluminio o PVC que tienen menos mantenimiento o de madera.

    • Correderas: pueden ir en la fachada, con apertura elevable que se convierte en un techo o colocadas en un balcón.

No obstante, como apuntamos al principio, hay que tener en cuenta cuál es nuestro tipo de vivienda y cuál es nuestro gusto personal para poder decantarnos por una u otra opción.

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