Escoger un sitio para vivir no es tarea fácil. Existen personas que tardan meses y muchas horas de planificación para dar con el lugar ideal. Algunos optarán por escoger un sitio cercano a su lugar de trabajo, otros por la proximidad con sus familiares o amigos. Están también los que van a elegir tomando en cuenta factores económicos. En cambio, hay otro grupo de personas que van a comprar no para habitar dicho espacio, sino por un asunto de inversión, mayormente. En este último caso las cosas cambian un poco. Pero, por lo general, estos son los factores comunes. Por eso hacemos una lista con algunas recomendaciones para la hora de hacer tu futura compra de inmueble.
¿El trabajo o la familia?
Puede que vivir cerca del trabajo sea algo rentable: estamos hablando de tiempo que ahorramos en el trayecto, por ende, deberíamos llegar en mejor estado anímico a nuestra oficina o local. Pero, ¿si te sale una oferta laboral difícil de rechazar? Aquí es donde es mejor llegar a un punto neutro: la familia y amigos. En cualquier ocasión que necesites, ellos estarán cerca para socorrerte, más si se trata de una emergencia. Por eso lo recomendable elegir un lugar cercano a familiares o amigos cercanos.
¿Con una buena vista en el balcón?
Nuestro hogar es un sitio en donde nos refugiamos para encontrar una zona de confort en contra de todo el estrés diario. Una buena vista, desde luego, es una herramienta indispensable para esos momentos de interiorización. Pero, ¿eso es costoso? Sí, es probable. Un inmueble con vista a la ciudad no va a costar lo mismo que uno con un balcón con vista a una calle ciega, por ejemplo. Aquí entra en juego un factor económico que va a tener total influencia sobre la decisión de compra final. Por eso es mejor hacer una búsqueda exhaustiva y bien planificada a la hora de adquirir un inmueble.
¿Construcción tradicional o proyecto nuevo?
En este punto también entra en juego el factor económico. Lo podemos ver desde distintos puntos de vista: un barrio consolidado puede tener estructuras muy nuevas o edificaciones clásicas. Ambas tienen en común que tienes acceso rápido a los servicios públicos, supermercados, entretenimiento, etc. La diferencia es que una edificación antigua puede ser costosa para mantenerla. Existen barrios nuevos que no están en urbanizaciones consolidadas, por lo que es probable que no tengas un cómodo acceso a los servicios.