El mundo de bienes inmuebles puede resultar muy voluble. Mientras que en determinados momentos se mantienen condiciones óptimas para la inversión y multiplicación del dinero, en otros aparecen dinámicas de estancamiento en los que los inversores no ven opciones para el crecimiento de sus activos. En la actualidad hay quienes recomiendan las plazas de parking pues resultan una opción atractiva y segura para fortalecer tus ahorros de inversión. A continuación, te explicamos todo lo que supone este tipo de inversión:
Gastos que produce mantener una plaza de parking
Las plazas de parking se rigen con mecanismos similares a los de las viviendas. Las legislaciones que determinan su adquisición y permanencia son casi idénticos. Entre los pagos que hay que realizar cuando se tiene una de estas plazas se encuentra el pago anual del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI), que ronda los 150 euros y pagos trimestrales de 50 euros correspondientes a las plazas de parking en sí.
¿A cuánto están las plazas de parking?
De acuerdo a distintos estudios realizados por instituciones expertas en producir indicadores, se ha determinado que el precio promedio de las plazas de parking está rondando los 60.000 euros, esto luego de que se vinieran abajo los precios de buena parte de esta clase de activos a principios de este año.
¿Existen financiamientos para este tipo de compras?
La mayoría de las instituciones bancarias del país otorgan préstamos para esta clase de inversiones; de hecho, estas resultan prácticamente indispensables para concretar las negociaciones, pues esta clase de compras no resultan tan fáciles de cubrir para cualquier persona. Los préstamos más comunes son entre los 15.000 y 20.000 euros.
¿Cómo son los tipos de contratos?
El alquiler de las plazas de parking no está suscrito a la ley de arrendamientos urbanos. Por esta razón, cualquier tipo de contrato que se haga en relación a éstas tendrá muchas más libertades y posibilidades de negociación. Sin embargo, antes de establecer cualquier tipo de relación contractual, lo más propicio es consultar con un abogado o cualquier otro experto en materia.