Si te encuentras vendiendo un inmueble de uso personal sabrás que el momento en que lo muestras a los posibles compradores es clave para la concreción final de la negociación. En definitiva, no hay nada peor que una mala primera impresión. Por eso, la mayoría de las personas que exhiben las viviendas o propiedades que tienen a la venta, se preguntan qué hacer con sus mascotas. En este artículo definimos el tema y te damos algunas sugerencias:
Muestra siempre un respaldo a tu mascota
Sabes que los animales son extremadamente sensitivos y que es normal que se pongan nerviosos ante la presencia de un extraño. Así que antes de que tu gato pueda arañar al posible comprador y este intente huir, o que tu perro ladre estruendosamente, es mejor que te mantengas siempre cerca de ellos y los hagas sentir seguros ante los visitantes.
Advierte al visitante de la presencia de un animal
Para evitar también el sobresalto del posible comprador, es importante que le adviertas en relación a tu mascota. En muchas ocasiones algunas personas son alérgicas a los animales o tienen fobia ante ellos. Así que lo mejor es advertir previamente que se encontrará con una mascota en tu casa y se deberá acostumbrar a su presencia, al menos de forma temporal.
Apóyate en la ayuda de familiares o amigos
Si luego de hacer un breve examen del posible encuentro entre el comprador y tu mascota, determinas que no va a salir bien, lo más recomendable es que pidas ayuda a un familiar o un amigo para que de manera temporal cuide en su casa a la mascota. También es una buena opción que lo saque a pasear por los alrededores. Todas estas decisiones deben surgir de una concienzuda evaluación de la circunstancia.
Ahora bien, por más conveniente que sea la venta que pretendes realizar, no olvides que tu mascota tiene prioridad en tu vida, mucho antes que concretar un negocio, lo que más importa es su bienestar. Así que descarta cualquier posibilidad que implique su encierro e infelicidad.