Si hay algo que se desgasta en períodos de tiempos muy cortos son los inmuebles. Esto se debe a dos factores: el constante uso de los elementos que lo integran y el deterioro que causan los factores del ambiente. Así que aunque se tenga una vivienda en el estado impoluto y sin que haya en ella algún tipo de interacción humana, siempre el paso del tiempo hará estragos y se tendrá que terminar reparando su estructura.
Sin embargo, las reformas suelen ser realmente desgastantes y costosas, por eso hemos reunido una serie de recomendaciones para que solo las tengas que hacer una vez en tu vida.
Haz un inventario de todas las fallas
Sabemos que hacer inventarios no es una tarea sencilla, y menos cuando se trata de los problemas que puede presentar tu vivienda. Sin embargo, hacer un estudio detallado y profundo de cada una de las fallas que tiene tu casa es esencial para iniciar el proceso de reparación.
Dale cuerpo a tu proyecto
Hay cientos de personas que inician proyectos de restauración en sus hogares sin saber qué es lo que están buscando. Para evitar ser uno de ellos, es necesario que concientices con claridad las características de tu familia, sus necesidades, capacidades y gustos y a partir de allí elabores tu plan de reformas.
Ten en cuenta cada miembro de la familia
Las modificaciones de las casas deberán ajustarse a los siguientes estándares:
-Con niños en casa: Idea las reformas en función de que los pequeños van a crecer y que en la medida que lo hagan necesitarán tener más privacidad. La flexibilidad será la clave en este caso.
-Familia de adultos: En este caso puedes dar prioridad a las áreas comunes y reducir el tamaño de los dormitorios. Aquí por lo general los hijos están solo de paso, así que no es necesario gastar tanto en sus espacios.
-Casa para solteros: En esta oportunidad, las reformas pueden ser aún más libres. Enfócate en hacer espacios integrados y abiertos, no repares en la privacidad y en la delimitación. Da rienda suelta a tu cabeza.