La mayoría de las personas que venden su propiedad contratan a empresas inmobiliarias para que las asista y les facilite la salida de su casa del mercado, mientras que los compradores buscan en estas empresas confiabilidad, seguridad y buen servicio. Sin embargo, más allá del servicio básico que pueda ofrecer un agente de la propiedad inmobiliaria (API), el profesional adecuado puede presentarse con otra gran cantidad de ventajas.
Conocimiento privilegiado del sector inmobiliario
Los clientes de ambos lados de la transacción reciben como beneficio principal el conocimiento previo de la gestión de la compraventa de una propiedad. Al ser una operación tan costosa e importante, en la que la gente hace la mayor inversión de sus vidas, contar con el consejo y el apoyo de un profesional conocedor del mercado le genera mucha seguridad a los clientes además de tener a la mano la ayuda necesaria para responder cualquier tipo de duda.
Evitar errores
A veces las inspecciones dan resultados desfavorables o nos encontramos ante propiedades sobrevaloradas que no nos convienen y que no sabemos diferenciar. Es aquí donde el papel de un API gana valor, porque nos ayuda a encontrar el contrato ideal según nuestras circunstancias personales y financieras, además de interpretar muchos resultados cuyos códigos no manejamos. Errores frecuentes como el de sobrevalorar una vivienda o infravalorarla (como compradores o vendedores) o no ajustar bien los gastos a afrontar durante y después de la transacción son la clase de errores que podemos evadir si contratamos a un profesional y le describimos exactamente qué esperamos de esta operación.
Personalización
Los agentes inmobiliarios pueden proporcionar detalles desconocidos que agregan mucho peso a la transacción: mitos y realidades acerca del barrio en el que deseamos comprar, el momento ideal para poner una propiedad en venta o datos según el estilo de vida que queramos llevar, forman parte de ese tipo de información que no poseemos pero que marca la diferencia en el negocio. Incluso a los que forman parte activa de este negocio se le escapan algunas opciones o aspectos de suma utilidad, por lo que lo ideal es permitir que el agente inmobiliario nos asesore, ya que está habituado a hacer esta clase de operaciones y sus recomendaciones son muy valiosas.