Los muebles de madera son por excelencia una alternativa elegante para la decoración del hogar y en muchos casos su nivel de estética depende en gran medida de la calidad del barnizado. Ahora bien, resulta difícil ejecutar la aplicación del barniz de forma correcta, por lo que hemos reunido una serie de consejos para que barnices tus superficies de manera perfecta:
Si los muebles no están barnizados…
La ejecución de esta técnica variará entre los muebles barnizados y los que están sin barnizar. Cuando no tienen ningún tipo de capa previa, hay que ejecutar una preparación de la superficie, que consiste en lijar la extensión de madera hasta que esté totalmente libre de corrugados o relieve. Esto se debe realizar con una lija número 180, ya que al ser de un tipo semi-fino, puede ejecutar trabajos más delicados.
Luego de lijar la superficie, debes asegurarte de quitar todo el polvo generado. Primero, sacúdelo con una brocha y luego repasa cualquier tipo de acumulación pasando un trapo humedecido con agua. Limpia la totalidad del mueble y cubre el suelo con periódico para cuando empieces a aplicar el barniz. Es recomendable que esta tarea la realices en un espacio suficientemente iluminado y ventilado.
Cuando los muebles están barnizados…
Cuando ya existe una capa de barniz, lo más recomendable es usar un diluyente fuerte que derrita el material y despegar el resto de los residuos con una espátula. Posteriormente, se realiza el procedimiento descrito anteriormente y se barniza.
Modo de aplicación del barniz
La primera capa de barniz tiene la función de sellar la superficie, por eso debe ser súper liviana. Así que, lo recomendable es añadir aproximadamente 20% de disolvente a la totalidad del barniz que se vaya a aplicar. Es importante untar pequeñas porciones de barniz en una brocha grande y esparcir de manera uniforme. Para asegurarse de la eficacia del aplicado, es recomendable aplicar luz directa sobre la madera y observar bien dónde se refleja y dónde no. Normalmente, se repite este procedimiento unas tres veces.