Asumir la responsabilidad de comprar un inmueble involucra decisiones emocionales y económicas; sin embargo, es importante que el comprador logre un equilibrio para alcanzar el resultado deseado. Si te preguntáramos de cuántos metros quisieras que fuera tu casa, ¿cuál sería la respuesta?
La expectativa de compra y la capacidad de pago no siempre van de la mano en el proceso de la compraventa. Por eso, es importante definir previamente las características del inmueble que se busca, el propósito de la vivienda y las consideraciones que estás dispuesto a hacer durante el proceso. Evaluar aspectos técnicos como la diferencia entre los metros cuadrados útiles y los construidos facilitará el proceso de compra y lo hará más rentable. Conocer la diferencia de los términos es el primer paso:
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Hablar de metros cuadrados útiles es referirse a la extensión útil de un inmueble que está compuesta por la suma de las superficies de los espacios interiores. Esto es lo que técnicamente se conoce como “la superficie del suelo limitado”. Esto no incluye la superficie de la estructuras interiores fijas, los elementos estructurales verticales, las canalizaciones o conductos con sección horizontal superior a los 100 centímetros cuadrados y la superficie del suelo cuya altura libre sea inferior a 1,5 metros.
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La superficie construida que todos suelen tener está relacionada al área útil ya definida, sin excluir el área ocupada por los elementos interiores. En varias ocasiones, el metraje involucra la fachada externa, los elementos compartidos y, en el caso de un vivienda en un edificio, abarca el área común que le corresponda a su cuota de espacios compartidos del edificio.
Aunque parezcan complejas y muy similares las definiciones, estos elementos permiten definir el valor real de una propiedad y visualizar a mediano y largo plazo la rentabilidad del inmueble. Definir el propósito de la propiedad también será de gran ayuda, ya que si, por ejemplo, la vivienda se busca para vacacionar o alquilar en temporadas altas, será importante el número de metros sin construir que permitirán la instalación de piscinas o elementos de esparcimiento. Caso contrario si la vivienda se busca para formar una familia, pues tendrá mayor peso la cantidad de metros útiles en comparación con los construidos.
