Una de las cuestiones más importantes que surgen tras la muerte del propietario de algunos pisos en Barcelona tienen que ver con qué pasará con las propiedades. Si eres uno de los que se ha atrevido a comprar pisos en Barcelona, por las ofertas que hay en el mercado durante estos últimos años, y quieres saber qué pasaría, aquí te resolvemos todas las dudas.
En un principio, si acabas de heredar un inmueble por la muerte de tu padre, no debes preocuparte por el contrato de alquiler que tu progenitor había firmado, ya que, a menos que el inquilino lo especifique, este queda vigente con la apertura del testamento y de la herencia, así que la renta se seguirá pagando con total normalidad.
El arrendador puede aceptar al nuevo arrendatario y seguir con las mismas condiciones contractuales hasta la fecha de fin del contrato o, por lo contrario, renegociar unos nuevos términos, pero siempre dentro de lo que ya se había estipulado.
¿Qué pasa en caso de muerte del inquilino?
Se trata de una situación anómala, pero que puede ocurrir. En este caso, si el cónyuge o descendiente quiere seguir viviendo en el mismo inmueble, deberá aceptar las condiciones firmadas en el contrato y deshacerse de las deudas, en caso de que el fallecido no hubiese pagado todas las cuotas.
Por contra, si la pareja o el hijo del arrendador no quiere mantener el contrato, puede hacerlo dentro de la legalidad vigente, siempre que no produzca un perjuicio inmediato para el dueño de la propiedad. Se debe tener en cuenta que tendrá que satisfacer las cuotas impagadas, si las hubiera, y, además, deberá comunicárselo al propietario con un periodo de tiempo suficiente para que este tenga margen a la hora de vender el piso en Barcelona y realizar las acciones relativas a la finalización del contrato.