Comprar viviendas de segunda mano para alquilar, el negocio de inversores

En España, el alquiler de viviendas se está convirtiendo en un método de inversión bastante apetitoso. La fuerte alza de precios de alquileres como producto de la creciente demanda del alquiler turístico ha contribuido con la conversión de la vivienda en un activo muy rentable, desplazando a los depósitos y las deudas soberanas como inversiones atractivas.

En los últimos días, el Instituto nacional de Estadísticas Español ha demostrado que hay un incremento en un 16,2% interanual en la compra-venta de vivienda en España. Se calcula que entre el 70% y el 80% de personas que incursionan en este movimiento de “comprar para vender” lo hacen con el objetivo de sacar un rendimiento a sus ahorros.

A la situación se le añade el factor de compra de viviendas de segunda mano, pues la relación entre gasto-ganancia es favorable para los diferentes compradores que están incursionando en el negocio, ya que la vivienda de segunda mano es más barata que la nueva y su precio de alquiler es prácticamente el mismo. En febrero de este año, se calculó una venta de casi 42 mil viviendas, de las cuales, 34 mil eran de segunda mano.

La rentabilidad es el objetivo principal

Según el portal “El Idealista” las viviendas españolas ofrecen una rentabilidad bruta del 7.8%, por lo que el negocio se ha convertido en la mejor alternativa para rentabilizar un dinero estancado, obteniendo réditos anuales desde un 7% a un 11%. La cifra también depende del tipo de explotación que se le dé al inmueble. España ha alcanzado un hito histórico con estos réditos, pues durante el 2013 la cifra se ubicaba en un 4.9% y desde entonces, el monto no ha parado de crecer.

La excepción a la regla la constituyen Madrid y Barcelona, ciudades en donde el precio de la vivienda aumenta más rápido que el alquiler y por lo tanto, la ganancia se disminuye considerablemente.

¿Cuál es el perfil de los compradores?

Según las estadísticas, en su mayoría los inversores están compuestos por extranjeros que generalmente buscan edificaciones emblemáticas en el centro de la capital. Estos compradores se caracterizan por ser de mediana edad con importantes ingresos anuales en su país de origen; además, conocen muy bien las ciudades españolas y adquieren el inmueble con el interés de vivir en un futuro en el país. Las nacionalidades son variadas, aunque los inversores más frecuentes son los venezolanos, argentinos, belgas y mexicanos.

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