Cuando ya estás harto de ver siempre el mismo escenario, definitivamente ha llegado el momento de hacer un cambio en el espacio. Sin embargo, la preocupación de incurrir en grandes gastos a la hora de redecorar puede representar una limitación para tus ganas de arriesgarte por algo nuevo. Entonces, renuncias a la idea y condenas a tu creatividad a no expresarse ¡y no tiene por qué ser así!
Si tu interés es darle un cambio radical al dormitorio, no es necesario que inviertas grandes cantidades de dinero para hacer esa visión realidad. Solo hace falta seguir varios consejos que podrán revestir tu habitación de arriba abajo con estrategias sencillas y específicas. A continuación, te daremos tres consejos para reformar tu habitación con bajo presupuesto.
Pintar siempre es una opción
Cuando el color cambia, la habitación también, ya que el color actúa como agente transformador e impregna de otra energía cualquier espacio que antes perecía en el aburrimiento. Al pintar la habitación, te darás cuenta cómo vibrarás en sensaciones diferentes, contribuyendo además a la limpieza de las paredes, el dinamismo y una visión completamente nueva. Es importante que cuides la tonalidad a escoger porque la habitación debe ser un templo del descanso. Juega, ¡pero con moderación!
Cambia la iluminación
Si modificas la luz, modificarás todo el espacio. Esta tiene un efecto colateral abrumador en cuanto a la percepción del espacio, la calidez y cómo se ve la habitación en general. Cambiar el orden de luces, sombras y contrastes será la estrategia perfecta para lograr una disposición del espacio diferente. Puedes experimentar también modificando las lámparas, incluir velas y cambiar la tonalidad de las cortinas.
Generar acentos es la tercera opción
Después de haber escogido la tonalidad de tus paredes, será hora de escoger elementos que generen contraste. También podemos llamarlos acentos visuales porque llamarán la atención de cualquiera que entre a la habitación. Puedes aplicar esta estrategia de color y estampados en sábanas, los cojines, portarretratos y hasta floreros. El límite eres tú.