Si eres de esas personas que se van al trabajo, regresan a casa y la encuentran desordenada, deberías considerar cambiar de hábitos. Una casa ordenada no es un imperativo social. Más bien, se traduce en que el espacio donde habitamos pueda generarnos pensamientos, emociones y acciones positivas. Mientras tu hogar se caracterice por ser limpio y ordenado, evitarás distracciones innecesarias, sentirás menos estrés, los mantenimientos se harán más livianos y tendrás más espacios para movilizarte sin ningún impedimento. A continuación, te daremos cinco claves para mantener tu casa ordenada sin que dejes de ser tú.
No compres cosas innecesarias
Mientras más artículos sin uso tengas, más atiborrada estará tu casa de objetos que puedan dispersarte. Ocuparán un espacio innecesario y contribuirán a tu desorden. Evita abalanzarte sobre las ofertas de productos que no tendrán utilidad ni un lugar apropiado para ocupar.
Tiende la cama antes de ir al trabajo
Tender la cama parece un hábito trivial, pero estamos seguros de que está subestimado. El hecho de que las colchas y las almohadas estén estiradas y en su sitio puede cambiar completamente el aspecto de tu habitación. Además, mientras tiendes, quizás te fijarás en la ropa sucia que dejaste en el piso la noche anterior para depositarla en la cesta.
Los cestos serán tus amigas
Si hay algún objeto que no está en su sitio y no tienes tiempo para ordenarlo todo al mismo tiempo, los cestos te ayudarán a que todo luzca en orden. Cuando hayan juguetes en el piso o ropa sobre la silla… ¡Encéstalo!
Limpia un poco todos los días
Parece una tarea imposible de lograr, pero la verdad es que mientras mantengas la casa “un poco limpia” todos los días, evitarás grandes desastres. No hablamos de hacer limpiezas profundas a diario, sino de procurar que las superficies de las áreas principales estén limpias. La gran jornada de limpieza profunda podrás realizarla una o dos veces al mes.
Si no está perfecta, está bien
Nuestras expectativas pueden parecer imposibles de cumplir y, en efecto, a veces lo son. No podemos tener una casa en perfecto orden todos los días, pero es sumamente valioso que te encargues de promoverlo. Si dejaste un plato sucio por la noche porque estabas muy cansada o no pasaste la escoba en la tarde, no es el fin del mundo. A la mañana siguiente podrás encargarte de ello.
