En España, cerca de un millón de viviendas alquiladas escapan a los ojos de Hacienda. Es frecuente que haya gente que subarrienda una habitación a un tercero para poder pagar el alquiler del inmueble. Pero para que el subarrendamiento sea una práctica legal deben cumplirse ciertos requisitos.
Lo más importante que debes saber es que, a menos que en el contrato se diga lo contrario, el subarrendamiento está prohibido. Si tu contrato no especifica nada, lo primero que necesitas es el consentimiento expreso y por escrito del propietario de la vivienda. Debe hacerse otro contrato de alquiler entre el alquilado y la persona a la que se subarrienda, con los mismos elementos que el contrato que mantienen el propietario y el primer inquilino.
Como alquilado, debes residir en el inmueble que has subarrendado, no puedes ceder toda la vivienda. Y, muy importante: no puedes cobrar más dinero que el alquiler que tú pagues al propietario. Es decir, la fórmula del subarrendamiento no puede generar un beneficio para el alquilado. En caso contrario, se podría hacer negocio con la vivienda de otra persona.
Por último, solo puedes subarrendar por el tiempo que le quede a tu contrato de alquiler. Si tu alquiler expira en un año, el segundo inquilino solo podrá firmar por un año.
Las dos excepciones del subarrendamiento
Si una persona entra a vivir en la vivienda que tienes alquilada pero no le cobras nada por ello (un amigo o un familiar, por ejemplo) se entiende que solo está de forma temporal y no se considera subarrendamiento. Tampoco debes preocuparte si vives de alquiler y, al casarte, pasas a compartir la vivienda con tu pareja.
Recuerda estos requisitos para poder subarrendar parte de tu vivienda alquilada de forma legal y no olvides que tú también deberás declarar las rentas que percibas por este alquiler.