A lo largo de la historia, ha existido una gran disyuntiva, una pregunta que se ha convertido en el gran dilema de muchas personas que buscan dónde vivir. Es sobre determinar qué es más conveniente: si comprar una vivienda o alquilarla. Las variables parecen ser infinitas, un cúmulo de factores influyen en esta decisión y es difícil decidir. A continuación te contamos algunas ventajas e inconvenientes de cada condición.
Alquilar una propiedad
Son muchísimos los detractores de esta decisión. La inestabilidad de no tener una casa, las fluctuaciones que pueden sufrir las cuotas de arrendamiento, los abusos de los cuales puedes ser víctima como inquilino y la inestabilidad financiera del país, figuran como algunas de las principales causas en contra de los alquileres de vivienda.
Sin embargo, es sabido que muchos de los que han logrado generar grandes sumas de dinero a nivel mundial, pensaron en tener negocios antes que en tener una vivienda. A través de un alquiler puedes evitar una inminente descapitalización e invertir en algo que te produzca el dinero suficiente para vivir y para adquirir futuras propiedades.
Comprar una vivienda
Si hay algo que te puede ahorrar muchísimos dolores de cabeza, al tiempo que da una seguridad y estabilidad incalculable, es tener tu propia casa. Esta puede ser una de las inversiones que conlleve más sacrificio en toda tu vida, pero sin duda valdrá la pena. Aunque debes siempre tener en cuenta de los riesgos que implica no tener el capital suficiente para hacer la inversión, caer en las garras de un financiamiento, hipotecar y perder tu casa siempre es una amenaza inminente.
Ahora bien, sea lo que sea que elijas, nunca seas una persona desprevenida. No hagas de la improvisación y del azar tus aliados. Haz constantes estudios del mercado y sé perseverante con tus ingresos. El éxito en los bienes raíces dependerá de tu empeño.
